Nuevos cursos de agua en la Cuenca El Morro: descripción del proceso y pautas para su gestión

Grupo de Estudios Ambientales-IMASL, CONICET: Jobbágy EG, Nosetto MD
INTA San Luis: Bernasconi HO, Colazo JC, Galvan MJ, Mercau JL, Saenz CA
Ministerio del Campo del Gobierno de la Provincia de San Luis: Colazo ER, Larrusse CE, Marchi AA Universidad Nacional de San Luis: Barbosa OA, Giaccardi A, Hellmers MM, Martínez Alvarez D Consultor externo: Alfonsina Tripaldi – UBA

Resumen Ejecutivo

La aparición de nuevos cursos de agua en la Cuenca de El Morro (San Luis) está generando una serie de impactos negativos en la región y presenta serias amenazas a futuro, lo que plantea la urgente necesidad de un mejor entendimiento de este proceso a fin de minimizar los daños. Se presenta en este documento una síntesis del fenómeno y sus posibles causas, los impactos actuales y amenazas potenciales, y se propone una serie de acciones de adaptación y mitigación. El proceso de formación de nuevos ríos involucra una serie de cambios en el transporte de agua, suelos, sedimentos y sales.

El fenómeno involucra fundamentalmente un ascenso progresivo de los niveles freáticos, generando pequeñas áreas de bañados a partir de las cuales se produce en algunos casos un colapso que determina el origen de un nuevo curso de agua. La causa principal de este proceso es un cambio en el balance hídrico, en el cual los nuevos excesos hídricos serían producto de un aumento en las precipitaciones y una disminución de las pérdidas evapotranspirativas, producto de los cambios de cobertura vegetal en la cuenca.

Es importante tener en cuenta también que la configuración geológica y geomorfológica de la cuenca favorece los ascensos freáticos y la erosión. Los impactos ya documentados asociados a este fenómeno son variados y de diversa magnitud e incluyen impactos puntuales (i.e. problema local y acotado espacialmente, por ej. obstrucción de una ruta) y difusos (i.e. con mayor superficie afectada, por ej. anegamiento por ascenso de napas). El daño de las obras viales emerge actualmente como el impacto más apremiante y como una de las amenazas más serias, dado que la parte baja de la cuenca es atravesada por dos rutas nacionales (RN 7 y RN 8) que en conjunto resultan cruciales creando el principal corredor vial este-oeste del país y uno de los más importantes del continente.

Los nuevos excesos hídricos que actualmente experimenta la cuenca conducen hacia una nueva condición de equilibrio hidrológico, que todavía no ha sido alcanzado, por lo que todas las acciones de adaptación y mitigación deberían adaptarse a esta evolución. La necesidad más inmediata consiste en mapear las áreas de mayor peligrosidad de (i) colapsos y apertura de nuevos cauces, (ii) extensión y profundización de los ya existentes, (iii) sedimentación y despliegue de nuevos aluviones, (iv) cambios de las trayectorias de los cursos en la cuenca baja. En el mediano plazo es recomendable desarrollar mapeos de peligrosidad apoyados en una representación hidrológica de la cuenca más explícita. Dentro de las acciones de mitigación se plantea la necesidad de un ordenamiento hidrogeológico y territorial a fin de manejar el balance hídrico de la cuenca.

El ordenamiento hidrogeológico debería buscar favorecer la evacuación de manera ordenada de los excesos hídricos y el manejo correcto de la carga de sedimentos, y el ordenamiento territorial debe apuntar a maximizar las salidas evapotranspirativas de la cuenca. Ambos procesos, y fundamentalmente el primero, deberían estar fundamentados en un detallado modelado hidrológico previo. Estas acciones de mitigación presentan incertidumbres respecto a su efectividad, detalles de implementación y costos, por lo que resulta fundamental implementar un plan de monitoreo a fin de evaluar su eficacia, el cual también permitirá anticipar en el corto plazo situaciones críticas y mejorar en el mediano plazo el entendimiento del sistema.

1. Síntesis sobre el fenómeno y sus causas 1.1. Ubicación geográfica del fenómeno

La región objeto del presente informe comprende el sector centro-oriental de la provincia de San Luis, situada íntegramente en el Departamento Gral. Pedernera, siendo su extensión de aproximadamente 2600 km2, abarcando un área delimitada entre las Sierras de El Morro y del Portezuelo al norte, Yulto al oeste y Comechingones al este. Todos los nuevos cursos de agua drenan hacia el sudeste en dirección al río Quinto (Figura 1).