En miras de abordar nuevas opciones para el saneamiento de aguas y efluentes cloacales, la dirección de Gestión Ambiental de Recursos Hídricos mantuvo un encuentro con investigadoras de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). La reunión focalizó durante la primera etapa los resultados de la tesis “Remoción de nutrientes de efluentes urbanos por ficorremediación con una microalga local”, que le dió el título de licenciada  en Biotecnología a Dana Muñoz Carabajal, que fue dirigido por la doctora en Biología Jorgelina Daruich.

“El trabajo final tiene como eje central los beneficios de la biotecnología. En líneas generales, la investigación se basó en ensayos utilizando microalgas nativas cultivadas en efluentes domiciliarios. Estas microalgas tienen la particularidad de tomar nutrientes como el fósforo y nitrógeno presentes en los efluentes y disminuir su carga, es lo que se conoce como ficorremediación”, explicó Daruich.

De la misma manera, la investigadora explicó que estas especies de algas se aplicaron en distintos ríos provinciales para conocer el estado ecológico y poder predecir eventualidades futuras, marcando un camino de conservación y preservación en la calidad del agua. En este marco de investigación gracias a estos organismos fotosintetizadores, se pueden identificar especies de algas usadas como bioindicadores de calidad de agua “mala” o “buena” en ríos y arroyos.

“Nos parece importante trabajar en mejorar el tratamiento de aguas residuales en las plantas domésticas de la provincia. Es un tema muy importante, porque un adecuado tratamiento contribuye a una buena calidad de los ambientes acuáticos y el aprovechamiento del agua”, señaló por su parte, la biotecnóloga Muñoz Carabajal.

¿Qué beneficios ambientales se obtienen a través de este sistema?

Los efluentes cloacales son líquidos generados durante las actividades domésticas, ya sea en una vivienda, comercio o industria. Para su tratamiento es fundamental aplicar los métodos correctos antes de ser devueltos a la naturaleza. Estudios recientes, como el trabajo de Dana Muñoz Carabajal, dan un paso más allá, y permiten abordar otras líneas de trabajo, con diversas aplicaciones biotecnológicas.

Entre los múltiples beneficios que desarrolla este sistema, determina un impacto positivo en lo ambiental, ya que al crecer el alga en el efluente, se genera biomasa que puede ser utilizada como bioestimulante para mejorar cultivos de hortalizas de la región.

De la misma manera conlleva beneficios económicos al reemplazar productos químicos por las microalgas locales, dando lugar a la recuperación del agua tratada que puede usarse como riego. Este sistema permite además un ahorro de energía, ya que la infraestructura necesaria es más sencilla comparada a los sistemas actualmente utilizados, tales como los lodos activados.