La medida, impulsada por la Fundación Bioandina y la Secretaría de Ambiente busca monitorear a los ejemplares que serán liberados en el mes de octubre.

El Gobierno provincial trabaja a diario en la conservación, rescate y rehabilitación de la fauna silvestre. En esta oportunidad dos cóndores andinos serán devueltos a su hábitat natural luego de ser recuperados en el Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS), espacio clave en la tarea diaria de protección de la fauna autóctona.

Será la segunda oportunidad donde serán liberados dos ejemplares juntos (macho y hembra), y por otro las aves majestuosas serán las segundas en portar transmisores satelitales, una acción que permitirá obtener mayor información de la población de cóndores andinos, su comportamiento y movimientos, información elemental para fortalecer la política de conservación y preservación de la especie.

En los próximos días se confirmará el día, hora y lugar de la liberación, la colocación de los dispositivos de rastreo es una bisagra en su reinserción a la silvestría y será realizada este sábado 21 de septiembr a las 10:00 horas en la Reserva Floro Faunística de La Florida.

Para ello se conformó un equipo de trabajo federal e internacional integrado por los veterinarios Jennifer Ibarra y Federico Correa del Programa de Conservación de Cóndor Andino (PCCA) que van a ser los encargados de hacer la anestesia inhalatoria para sedar a los dos cóndores. De este modo se duermen y luego se colocan los equipos de transmisión.

Además estará presente el Presidente de la Fundación Bioandina Argentina Luis Jacome y Roberto Sánchez, especialista en aves rapaces, que actualmente se encuentra trabajando para el gobierno de España y con experiencia en recuperación de cóndores en Ecuador. Finalmente, también estará presente la bióloga del Ecoparque de Buenos Aires Daniela Rodríguez.

Por Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Luis, asistirá el secretario Federico Javier Cacace, la subdirectora de Parques Provinciales Giuliana Torti, la jefa de Fauna provincial Carla Ocaña Leroy y la veterinaria del CCVS Julieta Poggi, que completa el tramo final de la recuperación de ambos cóndores iniciado por su par, Andrea Gangone.

Ambos cóndores, llegaron al Centro de Conservación de Vida Silvestre con problemas en sus alas, y por ello deben ser monitoreados para corroborar que el proceso de rehabilitación haya sido efectivo. Los transmisores satelitales permiten obtener información precisa cada 10 minutos o más, según el seteo de la posición que ocupan en el espacio (velocidad de vuelo, dirección y se puede seguir incluso datos de su comportamiento). Esto se da a partir de unos sensores que se llaman acelerómetros que tienen estos monitores, permitiendo saber qué está haciendo el ejemplar.

“Monitoreándolos lograremos saber, una vez que se liberen, su subsistencia en el ambiente y a su vez estudiar los patrones de vuelo de los cóndores de San Luis que no son exclusivamente de la Provincia por su gran dispersión y esto nos ayuda a entender cómo los cóndores ocupan el territorio y cuáles son los lugares importantes para su conservación”, subrayó Ocaña Leroy.

Centro de Seguimiento y Estudios Poblacionales de Bioandina

​Tanto el Centro de Incubación Artificial como el Centro de Rescate del Cóndor Andino permiten generar ejemplares que pueden ser incluidos en programas de conservación in situ de la especie. Gracias a ello, es posible realizar la liberación de estas aves en ambientes naturales, a todo lo largo de los Andes sudamericanos. Hasta la actualidad, el PCCA ha establecido un récord regional, siendo capaz de reintroducir 183 cóndores en todo Sudamérica. Gracias al uso de transmisores satelitales se reciben miles de datos que representan las diferentes posiciones de los ejemplares marcados. Esta información es utilizada en las distintas bases de campo y gracias al uso de GPS (Geoposicionador Satelital) se estudia cada posicionamiento del ave registrando información relevante para su conservación.

Gracias a la tecnología satelital, fue posible monitorear más de 388.000 Km2 y comenzar a entender la capacidad de vuelo de la especie. Así se hizo evidente que los principales Parques Nacionales no cubren la necesidad de vuelo de estas aves y que una estrategia de conservación basada exclusivamente en ellos, no sería efectiva. De allí la gran importancia de unir esfuerzos internacionales por su conservación.

A partir de los datos nocturnos, se pudo descubrir las condoreras, lugares donde los cóndores se reúnen a dormir, hasta en grupos de 124 individuos. Gracias al GIS, es posible observar si una condorera está aislada o próxima a un camino o ciudad, y determinar posibles riesgos de impacto ambiental.

Aquellas condoreras aisladas serán dejadas al cuidado del secreto de su ubicación, mientras que las más expuestas son incluidas en los programas de declaración de “santuarios” naturales y se apoya su conservación a través de los programas de educación.

Además, un programa especial, un sistema simulador de vuelo denominado DECOSAT, permite visualizar y comprender los patrones de desplazamiento que realizan los ejemplares liberados en vida silvestre, comparando diferentes orígenes, categorías de edad y sexo entre otras variables.