Será una herramienta de prevención y combate en la lucha contra incendios forestales. La obra tiene una longitud de 10 kilómetros, 35 metros de ancho y protegerá a más de 800 habitantes.

Además, la acción incluyó la instalación de más de 20 tranqueras con el fin de controlar la circulación y garantizar que el acceso a la picada sea sólo para las unidades de combate y control. El diseño fue elaborado con imágenes satelitales y ajustado a campo con la colaboración del Cuartel de Bomberos Voluntarios de La Punta, Vialidad Provincial y el delegado organizador de Los Molles.

Esta herramienta facilita el combate de eventuales incendios y reduce la carga de combustible. Asimismo, la eficacia de la picada cortafuego dependerá de muchos factores, entre ellos, el ancho, la longitud, los puntos de anclaje (zonas ya existentes en las que se realizan intervenciones), las unidades combatientes utilizando la picada, las técnicas empleadas en el combate, etc.

La tipología de incendios más recurrente en la provincia, y con mayor riesgo para la población, es la de incendio de interfase urbano forestal. También, como agravante a esta situación, se suma el crecimiento urbano en zonas serranas: la población se asienta en zonas con mucha vegetación y difícil acceso. Esto conlleva que los límites de los cascos urbanos sean dinámicos y que el riesgo de incidentes de esta tipología aumente.

 

Nota y foto: Prensa Secretaría de Medio Ambiente y Parques.