El número se pudo establecer a partir de las diferentes recorridas por las zonas afectadas, como así también a través del análisis de imágenes satelitales. El resultado de lo quemado es de una primera evaluación. A esto hay que sumarle las consecuencias de los incendios que se produjeron durante este fin de semana.

La región en la que está inmersa la provincia, atraviesa desde hace 2 años la peor sequía de los últimos 60 años y que, a causa del cambio climático, las temperaturas son superiores a los promedios históricos, por lo que las condiciones para el desarrollo de incendios forestales se presentan como una situación de riesgo extremo.

En los últimos 20 días, San Luis fue azotada por una serie de incendios forestales que dañaron ecosistemas con diferentes grados de intensidad, por lo que su recuperación dependerá del tipo de vegetación y de las condiciones ambientales.

En lo que va del año, el total de hectáreas afectadas ronda las 84 mil, de las cuales unas 14 mil corresponden a los incendios reportados a principio de año en La Punta, las Sierras Centrales y algunos focos en el sur de la provincia, mientras que las 70 mil restantes son consecuencia de los últimos incendios, incluidos los ocurridos en septiembre en La Toma, Saladillo, El Volcán y Los Puquios.

Daño calculado e impacto ambiental de los últimos incendios

1) En El Morro se quemó una superficie aproximada de 19 mil hectáreas, afectando principalmente ecosistemas de pastizales y, en menor medida, bosques nativos. Respecto al daño ocasionado en la fauna de la zona, existen condoreras (lugares donde anidan cóndores) y funcionan como sitios de reproducción, las que pueden verse afectadas directamente por acción del fuego, o indirectamente por la degradación del entorno.

2) En las Sierras de los Comechingones la superficie afectada supera las 30 mil hectáreas. En esta zona el incendio inició en Villa Larca y se desplazó por las Sierras hasta La Punilla. En su avance, cruzó la ruta 1 hacia el paraje Palo Verde y Estanzuela. Los ecosistemas afectados son variados, identificando pastizales de altura con gran capacidad para recuperarse luego de estos incidentes y grandes superficies con palmares de caranday. En este mismo sector, los ecosistemas más afectados son los bosques nativos. En cuanto a la  fauna, se dañaron las condoreras, como así también una importante diversidad de otras aves y mamíferos como pumas, gatos monteses, entre otros.

3) En el Cerro de la Cruz, el fuego afectó más de 1.700 hectáreas en 72 horas, desarrollándose en pastizales de altura, grandes bosques nativos y algunas plantaciones exóticas de pinos y eucaliptos, lo que dificultó en gran medida su control. La alta complejidad de este incendio fue que se desarrolló en una zona de interfaz urbano-forestal debiendo direccionar todos los esfuerzos a resguardar la integridad de las personas y sus viviendas. Los animales más afectados en este espacio fueron  zorros, pumas, corzuelas y varias especies de aves.

4) En Bajo de Véliz los incendios arrasaron con 1.900 hectáreas dentro de la Reserva Natural Provincial Bajo de Véliz, en este espacio se preservan ecosistemas representativos de un área serrana de la provincia, con ciertas particularidades. Además de valores ecológicos relacionados a la flora y la fauna, posee sitios de interés arqueológico que se ve en riesgo ante estas situaciones. Entre los animales más afectados se destacan: puma, gato montés, yaguarundí, zorro, lampalagua, yarará, coral, lagarto colorado y overo, rey del bosque, reinamoras, pelotero de collar, águila coronada, cóndores y armadillos.

5) El incendio en Donovan quemó 2.100 hectáreas y afectó el entorno de la Planta de Tratamiento y Reciclado de Residuos Sólidos Urbanos “Metropolitana”.

6) En San Francisco del Monte de Oro, se quemaron aproximadamente 1.000 hectáreas. En esa zona el daño se ocasionó en vegetación de bosque de quebradas correspondiente a formaciones de Chaco Serrano en buen estado de conservación con palmeras Caranday aisladas.

Nota y fotos: Prensa Secretaría de Medio Ambiente y Parques.

Video: ANSL.