El animal proveniente de Justo Daract está mascotizado por vivir dos meses en una vivienda. Al adquirir hábitos domésticos no podrá ser reinsertado a la silvestría.

 La Policía Ambiental recuperó un puma que tenían vecinos en su propiedad. El animal no podrá reinsertarse a su hábitat natural. El puma cachorro será examinado siguiendo un protocolo de cuarentena para su correcto control sanitario y poder observar su conducta.

Este ejemplar, al vivir sus primeros meses en cautiverio no podrá volver a su hábitat natural, dado que este mamífero adquiere conductas domésticas y representa un peligro para su entorno y para sí mismo. Al ser un ejemplar muy pequeño, requiere del aprendizaje materno para sobrevivir en el ecosistema. Al estar apartado de su madre, el puma no sabrá cómo alimentarse, cómo acechar, buscar refugio, resguardarse del peligro y alimentarse en la vida natural. En esta especie, como en otras, el rol materno es decisivo para su desarrollo en la silvestría.

El mascotismo daña nuestra fauna nativa

 El mascotismo, definido como la acción de retener animales del ámbito silvestre en estado doméstico, es una práctica que no solamente atenta contra el bienestar del animal, sino también contra toda la riqueza en flora y fauna que puede ofrecer la provincia. Cada ejemplar que es extraído de su estado natural es privado de cumplir su rol dentro del ecosistema y no puede contribuir a la continuidad de su especie.

Muchas veces producto de la negligencia, y en otros casos motivado por el perverso negocio del tráfico de animales, la mala costumbre de separar ejemplares de sus entornos naturales, para encerrarlos en un domicilio particular trae consecuencias que perjudican tanto a los animales como a las personas.

“Los animales silvestres criados y mantenidos por las personas están expuestos a deficiencias alimentarias, problemas de crecimiento, cambios de comportamiento, estrés, accidentes y enfermedades transmitidas por otros animales domésticos. Consecuentemente, esta situación representa un riesgo para la salud de todos los que habitan en el hogar”, señaló la responsable de Fauna, Carla Ocaña Leroy.

Por otro lado, recordó a los ciudadanos que el mercado y el mascotismo de animales silvestres son ilegales y, en caso de tener conocimiento de algún otro caso de un animal silvestre que alguien tiene como mascota, que represente un riesgo o que se sepa que es víctima del tráfico ilegal, se debe dar aviso a la oficina de Fauna de la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable al teléfono 2664-452000 interno 3372, o bien a la Policía Ambiental, interno 5515. En caso de una emergencia, debe llamarse al 911.