“Kytek” es un cóndor andino que reside desde el año 2022 en el Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS). Su permanencia en la reserva se debe a la ceguera e imposibilidad de sobrevivir en su hábitat natural con el que fue hallado en Concarán. Su gran resiliencia y fortaleza para sobrellevar las desavenencias está acompañado de un gran trabajo de protección y atención por el equipo del centro de rescate de fauna de La Florida.
El animal bautizado como “Kytek”, que significa “fuego” en lengua huarpe, cuenta su historia a través de la voz de los guardaparques, vinculando la educación ambiental y la generación de conciencia ciudadana. Allí cada visitante conoce todo el recorrido del ave. En este espacio, se puede observar en un recinto especial, con su carácter tranquilo, y aprender sobre la problemática de la especie amenazada, y su rol trascendental en el ecosistema ya que contribuye a la degradación de los cuerpos de otros animales que quedan en el campo en situaciones naturales.
“Por las condiciones en las que fue rescatado fue difícil que Kytek pudiese recuperar la visión. Después de diferentes análisis se descubrió que en su ojo izquierdo presenta la afección ptisis bulbi, (ojo encogido, no funcional), y en el ojo derecho tiene un desplazamiento posterior del globo ocular, con apariencia de ojo hundido. Pese a su ceguera, siempre se esfuerza por superarse, y hemos logrado por ejemplo que busque el alimento, y se suba solo a piedras de medio metro de altura”, indicó la veterinaria del centro, Andrea Gangone.
De vez en cuando, “Kytek” siente una corriente de aire y extiende sus alas, quiere volar, a pesar de su condición. Su resiliencia, sus ansias imposibilitadas de volver a la silvestría, honra a su especie y su estirpe andina, que surca los cielos de las sierras sanluiseñas.
Esta gran historia de vida lo llevó a ser postulado por la Secretaría de Ambiente en el premio anual de la ONG World Animal Protection, la fundación que celebra las personalidades fuertes, únicas y adorables de los animales salvajes en instalaciones, como centros de rescate o santuarios de alto bienestar, y que contribuyen a poner fin a su explotación comercial.
El premio del certamen es de US $10.000 para el ganador, y un premio de US$ 3.000 para el segundo lugar, que debe ser utilizado para proporcionar cuidado y protección a los animales salvajes en la instalación en la que reside el ejemplar.
La votación es pública y se llevará a cabo desde el 4 de octubre al 25 de octubre de 2024.