Nacida del corazón, Champa Bike es una silla especial y un emprendimiento que permite que personas con alguna discapacidad o limitación física puedan recorrer los senderos de las áreas naturales protegidas.

Alumnos de 4to año de la Escuela Nº 181 “San José de Calasanz”, de Piedra Blanca Arriba, recorrieron el área natural protegida “Mogote Bayo” junto a su profesora Mayra Pacheco, el guía turístico Alejandro Insaurralde y el guardaparque Julio Sosa.

Para poder recorrer los senderos, se debe poder moverse con facilidad, debido a las piedras y la inclinación del sinuoso camino. Ahí comienza la historia de esta salida educativa, pues una de las alumnas tiene movilidad reducida y no podía ser parte de esta actividad de forma convencional.

Gracias al personal de la reserva y a que contaran con una Champa Bike, la visita se hizo posible. Además, los compañeros y amigos de la alumna se ofrecieron a empujar la silla para acompañarla, todo bajo la supervisión de los cuidadores de Mogote Bayo.

La visita duró 7 horas y tuvo dos partes: una educativa, donde se hizo el sendero del Vía Crucis y el sendero de la Diversidad. En el camino, los chicos aprendieron sobre áreas protegidas provinciales, sobre la reserva  Mogote Bayo (objetivos de creación, superficie, ecorregión, especies representativas de la reserva, especies nativas y exóticas, su ecosistema entre otros temas).

Además hubo una charla sobre discapacidad, turismo accesible y una dinámica de relajación y silencio. Luego, hubo una etapa de recreación y almuerzo, donde fue trabajada la empatía, colaboración y el trabajo en equipo.

“Aprovechamos para que los chicos llevaran a su compañera al arroyo. Nosotros solamente los supervisamos dándole indicaciones del uso de la silla. Fue un momento muy emotivo, ellos solo querían compartir y disfrutar”, afirmó Sosa.

La Champa Bike pertenece a la red de turismo accesible y debe su nombre al cerro Champaquí, donde se usó por primera vez. Dada la topografía de nuestra región, su adquisición era más que necesaria. “La idea es que el turismo sea para todos. Si no es accesible, no es turismo”, compartió Insaurralde. “Algunas familias se reservan a usarla, pero cuando deciden hacerlo la gratificación es enorme. Poder vivir experiencias en la naturaleza juntos, como lo hicieron los chicos hoy, hace la diferencia”.