La Policía Ambiental había logrado decomisar 12 ejemplares de esta especie que partían con rumbo a la Provincia de San Juan. Por el estrés del viaje y el hacinamiento donde se encontraban fallecieron 4 ejemplares.
Entre los distintos esfuerzos por el cuidado ambiental, la fiscalización ambiental cumple un rol clave para la protección de la fauna silvestre que muchas veces sufre por el mascotismo, o es víctima del tráfico ilegal. En esta oportunidad, en un control del puesto policial ambiental en el paraje “La Legua”, se secuestraron 12 aves de la especie cardenal amarillo, y a través de un estricto protocolo, fueron trasladados al Centro de Conservación de Vida Silesvestre (CCVS) ubicado en La Florida.
Las aves ingresadas a la cuarentena para su posterior rehabilitación, recibieron de manera inmediata atención veterinaria, y los tratamientos necesarios para mejorar su calidad de vida, y oportunamente, según su recuperación serán devueltos a la silvestría.
“Estos animales se estresan rápidamente. Es muy compleja su manipulación. En este momento se encuentran transitando su cuarentena en buen estado y el tratamiento que les estamos dando consiste básicamente en una buena alimentación, ya que algunos de ellos estaban delgados, junto a refuerzos de vitaminas y un monitoreo constante”, afirmó la veterinaria del Centro de Conservación de Vida Silvestre, Julieta Poggi.
El destino de cada individuo recuperado depende de una serie de factores (sanitarios, conductuales y ecológicos) que son evaluados por el equipo técnico que trabaja dentro del CCVS. Uno de los destinos posibles es el retorno a la vida silvestre. Aquellos animales que no pueden ser liberados ingresan a programas de reproducción en cautiverio (conservación ex situ) o a programas de educación ambiental dentro de la Reserva.
Pérdidas ambientales del Mascotismo y tráfico ilegal
El cardenal amarillo es un ave que se encuentra en Sudamérica, su presencia se extiende desde el extremo sur de Brasil hasta el centro de Argentina, donde habita en bosques abiertos y matorrales con árboles y arbustos espinosos. Es una especie con un gran valor de conservación ya que posee un rol fundamental en la red ecosistémica, que se ve amenazada por la caza y tráfico ilegal, llevando a la disminución y retroceso de sus poblaciones.
Por su alimentación de tipo granívora/frugívora, cumplen un papel fundamental en la dispersión de las semillas y, por lo tanto, en la estructura de los montes donde habitan.
El 95% de los ingresos al CCVS corresponden a aves canoras del monte que son parte de la tenencia y el comercio ilegal de fauna. Esta extracción constante y desmedida de animales del medio silvestre tiene impacto tanto en sus poblaciones como en los ambientes que habitan. La tenencia y comercialización de fauna silvestre -sean aves, serpientes, tortugas, felinos, etc.-, no sólo constituyen infracciones a las leyes provinciales y nacionales; también representan un daño a nuestros ambientes naturales y un sufrimiento para los animales.
La extracción de animales de su ambiente natural genera un empobrecimiento del mismo, además del daño que se causa a los animales que son atrapados, trasladados y mantenidos en condiciones que muchas veces los llevan a la muerte.