Con 32.528 envases vacíos de agroquímicos provenientes de productores locales recuperados en nueve campañas y dos Centros de Acopio Transitorio (CATs), la Provincia dio un gran salto en materia ambiental y sanitaria en comparación al 2023.
En solo ocho meses y gracias al trabajo articulado con la asociación civil CampoLimpio, se fortaleció el cuidado ambiental en San Luis. A través de una publicación, la organización valoró el esfuerzo de la administración provincial de duplicar la recuperación de envases vacíos de fitosanitarios que viene siendo realizada desde el 10 de diciembre pasado y no se ha detenido en este 2024.
“Hoy, San Luis se encuentra articulando de manera continua acciones de educación ambiental y proyectos para la adecuada gestión de residuos. Esto no sólo impacta en la conservación de los recursos naturales y la protección de la salud pública, sino que contribuye a un entorno más limpio y sostenible para las generaciones futuras”, subrayó el coordinador regional zona centro de CampoLimpio, Ricardo Weiss.
La nueva administración ambiental dentro de sus políticas de residuos tuvo la convicción de una gestión sustentable.. En ese sentido aunó esfuerzos con la asociación CampoLimpio para capacitar, concientizar y actuar con los productores y aplicadores de fitosanitarios para que cumplan con la Ley 27.279 de Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios.
“Estos envases tienen según lo establece la normativa un protocolo de manejo que incluye lavado, perforado, transporte seguro y reciclado sólo para producir algunos productos industriales, todo esto para proteger la biodiversidad y la salud de las personas. En este nuevo esquema de recuperación de envases, tanto en los Centros de Acopio Transitorios como en las campañas de recolección, en toda la provincia. Se han multiplicado los esfuerzos para lograr excelentes cifras de recuperación”, subrayó el director de Gestión Ambiental de Residuos, Aníbal Cattáneo.
Evitar el uso doméstico
La utilización de los envases vacíos para acumular agua es moneda corriente en las comunidades rurales. Algunos aplicadores los dejan tirados y hay gente que se los lleva. Aunque los lavan con detergente o jabón para poder utilizarlos como recipientes de agua, eso implica un peligro para la salud.
Dentro de cada envase vacío queda retenido aproximadamente un 2% del contenido del producto agroquímico. Por ejemplo de un bidón de 20 litros, puede quedar hasta poco menos de medio litro que queda impregnado en las paredes, en la tapa o en el fondo del envase. Todo esto, representa un peligro para la salud humana y no debe caer en manos de las familias.
Los residuos fitosanitarios son residuos peligrosos y, por lo tanto, de acuerdo a legislación vigente, también lo son los envases que los han contenido. Al tratarse de un residuo peligroso, es preciso llevar a cabo una gestión adecuada y deben tomarse todas las medidas posibles para evitar su vertido indiscriminado, que provocaría graves problemas ambientales.