Una vez más, San Luis dió la grata noticia de abrir jaulas y devolver a la naturaleza a dos cóndores andinos, en esta oportunidad “Sariri” (“el que continúa” en lengua huarpe) y “Waikiri” (“la elegida” en quechua) volvieron a su hábitat natural después de transitar varios meses de recuperación, y exhaustivos cuidados en el Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS).
Cada liberación de cóndores andinos, trae esperanza y unión a nuestra provincia y es el resultado de una cadena de esfuerzos mancomunados para mantener los ejemplares en su ámbito natural y luchar por la conservación de la emblemática especie. Entre sus múltiples concepciones, el cóndor andino simboliza el vínculo entre la naturaleza, el cielo, y el ser humano, transportando el mensaje unívoco que proclama por el cuidado de nuestra tierra.
Situados en el tramo que une San Francisco del Monte de Oro con La Carolina (Ruta Provincial Nº9), la cartera ambiental convocó a todos los que quisieran vivir el conmovedor momento de devolver a la naturaleza un cóndor macho, y un cóndor hembra. Después de la tradicional ceremonia ancestral, brindada por el Tayta (Educador) Oscar Campos, e integrantes de la comunidad huarpe Palma Ayayme, las aves sagradas extendieron sus alas, y tras un brinco surcaron el cielo de San Luis. El viento ancestral, antiguo amigo de sus viajes, los acompañó una vez más en una emocionante jornada.
“El cóndor andino, es el ave voladora más grande del mundo. Cumple un rol ecológico clave en los ecosistemas naturales, ya que se alimentan de animales muertos y en estado de descomposición, evitando de esta forma la proliferación de bacterias que pueden generar enfermedades en los humanos. Estos ejemplares ayudan a controlar la población de otras especies carroñeras y así contribuir a mantener el equilibrio del ecosistema”, señaló el secretario de Ambiente, Federico Javier Cacace.
Por la cartera ambiental estuvieron presentes: el director de Biodiversidad, Daniel Berro; Recursos Hídricos Arturo Negri; Residuos, Aníbal Cattáneo; la subdirectora de Parques Provinciales y Áreas Naturales Protegidas, Giuliana Torti y la responsable de Fauna provincial Carla Ocaña Leroy. Junto a ellos, cuidadores y guardaparques del Centro de Conservación de Vida Silvestre y la veterinaria Julieta Poggi, que concluyó la recuperación y asistencia de ambos ejemplares realizada por su par, Andrea Gangone.
Participaron representantes de cuatro Áreas Naturales Protegidas Privadas, El
Corralito, La Siempre Viva, Quebrada del Palmar y Piedra del Agua. También asistió la Comunidad Huarpe de Sierra de Las Quijadas, con la presencia de Liz Newton. Del mismo modo asistieron exponentes de la Agencia de Parques Nacionales (APN), entre ellos el intendente del Parque Nacional de Sierra de Las Quijadas, Bruno Gil.
Este momento quedará guardado en la memoria de los más de 200 espectadores que arribaron al imponente tramo serrano de la Ruta Nº 9. Para los pueblos originarios de América latina, el hermano mayor, el nexo sagrado entre la madre tierra y el cosmo, entre la humanidad y los dioses.
El ave más grande del mundo, cumple una función clave en los ecosistemas
sanluiseños, Entre sus principales amenazas se encuentran la caza por parte del hombre por la falsa creencia de considerarlo un predador, envenenamiento por cebos tóxicos (ejemplo estricnina), intoxicación por plomo (por la ingesta de perdigones que quedan en la carroña), y envenenamiento por ingesta de carroña con altas cantidades de pesticidas (ejemplo Dicloro Difenil Tricloroetano).