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Un águila mora juvenil se recupera en el Centro de Conservación de Vida Silvestre

28 de julio de 2025 - 08:45 hs.

El ave rapaz arribó desde la Villa de Merlo, se encuentra en buen estado y recuperándose. Además un Zorro gris atropellado en Carpintería recibió la eutanasia al presentar lesiones incompatibles con la vida.

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Un ejemplar de Águila mora (Geranoaetus melanoleucus) arribó a la Reserva Floro Faunística donde actualmente no presenta lesiones graves y es atendida por las veterinarias Andrea Gangone y Julieta Poggi. El rescate del ave fue realizado gracias al contacto de vecinos, en inmediaciones de Solares del Valle en Villa de Merlo, que alertaron al guarda ambiental Fernando Leguizamón, coordinando con el equipo de Fauna el arribo del animal al Centro de Conservación de Vida Silvestre.

El águila mora es una especie rapaz y diurna que habita en toda la Argentina. Entre sus características más singulares destaca que nidifican en árboles o superficies rocosas, formando una gran plataforma de palos. Además, la hembra es más grande que el macho, y los adultos tienen cabeza y dorso de color gris con blanco, en contraposición con las aves más jóvenes, que presentan un plumaje estriado longitudinalmente de colores marrón, canela y negro. Estas águilas cazan otras aves, reptiles y pequeños mamíferos, e incluso se pueden alimentar de zorros y comadrejas.

A su vez, un ejemplar de Zorro gris (Pseudalopex griseus) , arribó proveniente de Carpintería, con signos de atropellamiento, donde primero fue socorrido por una vecina, Marina Ferrari y su familia, poniéndo al tanto al rescatista de fauna Leguizamón, nuevamente y contactando a las autoridades para su llegada al CCVS.

En los estudios realizados, y a pesar del esfuerzo en conjunto que se realizó, al animal por disposición veterinaria se le aplicó la eutanasia, debido a una fractura vertebral con lesión medular irreversible e incompatible con la vida, que solo le causaba un inmenso dolor al ejemplar.

El zorro gris es un residente habitual de los ecosistemas sanluiseños y cada día se repiten los casos de atropellamientos, aparición en zonas suburbanas y casos de mascotismo con esta especie. Por ello es importante recordar que la relación entre zorros y humanos puede generar problemas cuando los animales se acostumbran a recibir alimento de las personas, lo que puede llevar a comportamientos agresivos o cambios en sus patrones de comportamiento natural, como acercarse a zonas pobladas y causar daños o ser atropellados. Además, aunque los ataques directos a humanos son raros, los zorros pueden transmitir enfermedades zoonóticas.

La coexistencia pacífica entre humanos y zorros es posible si se toman medidas para evitar la improntación de los animales a la presencia humana y se respetan sus espacios naturales. Frenar o disminuir la velocidad en las rutas, también puede significar salvarles la vida.

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